A pocos días de acabar
A pocos días de acabar

A pocos días de acabar

Parece que fue ayer cuando empezábamos el verano y Onesi, nuestro amigo extraterrestre, se presentaba pidiendo nuestra colaboración para volver a Proto. Debe ser cierto eso que dicen de que cuando te diviertes el tiempo pasa más rápido porque no nos hemos dado cuenta y estamos a muy pocos días de dar por cerrado el “verano”.

Después de semanas trabajando valores a través de las aventuras del larguirucho verde, la campaña terminó ya el viernes pasado. A pesar de algunas interrupciones provocadas por la lluvia, el pasado día 17 de agosto, y aprovechando su 250 aniversario, celebramos la fiesta final y nos despedimos de Onesi. La tarde empezó con la vuelta de Luiggi Napolitano, para los que no lo sepáis el cocinero protagonista del año pasado, que nos hizo el enorme favor de venir desde Italia para preparar el pastel de cumpleaños a cambio de que todos nos preparásemos con mucha alegría. Así, los muchachos prepararon pasteles con barro, adornaron el patio de la iglesia con globos y vasos, decoraron sus coronas y se pintaron las caras. Cuando ya estuvo todo preparado por fin vino nuestro compañero y pudimos despedirnos de él. ¡Menuda sorpresa se llevaron los niños cuando vieron llegar la nave de Onesi! Sin duda fue uno de esos momentos en los que se ve recompensado todo el trabajo hecho, ¡qué caras de alegría!

A pesar de haber cerrado ya la campaña, el «esplai» continúa todavía hasta este viernes (si el huracán/tormenta tropical Isaac nos lo permite). El motivo de no alargar la campaña hasta el último día es la coincidencia de ésta con el inicio de las clases y las fiestas del pueblo, las llamadas patronales. Estos dos hechos suponen una baja importante en el número de participantes: de los 200 de los primeros días hemos pasado a jugar con unos 60. Durante esta última semana estamos recreando las olimpiadas haciendo cada día una prueba diferente: lunes lanzamientos, martes gimnasia, miércoles deportes de pelota, jueves senderismo y viernes atletismo. El primer día creamos los equipos (Bahamas, Colombia, Cuba, Panamá, Brasil y Canadá) y desde entonces cada día los muchachos han defendido los colores de una nación luchando con mucho esfuerzo por las medallas.

También hemos dado ya por finalizadas las clases de refuerzo. Durante más de veinte días hemos intentado alcanzar los objetivos que nos habíamos marcado desde Barcelona. Los del nivel más bajo, por ejemplo, han ido aprendiendo poco a poco las letras y los primeros números mientras que los más avanzados han trabajado, entre otras cosas, las cuatro operaciones básicas y el texto descriptivo. Los objetivos marcados eran algo básicos, pero la idea era poder trabajar reiteradamente conceptos que consideramos elementales para que los dominaran. Nuestra valoración es muy positiva, y estamos muy satisfechos por el trabajo hecho. Es por ello que el último día todos los grupos hicimos una fiesta donde los alumnos trajeron algo para comer y nosotros premiamos su esfuerzo y constancia (recordemos que ellos están de vacaciones) con algunos regalos provinentes de vuestras donaciones: estuches escolares (del Col•legi Sant Ignasi), lápices con brujita (¡gracias Esther!) y kits escolares.  Ahora solo podemos desearles lo mejor para el curso que ya comienza; estos días ya hemos empezado a ver a algunos de “nuestros” alumnos con su polo azul y los pantalones beige andando por las calles del pueblo.

Una de las líneas de ataque del proyecto que nos queda todavía en marcha es la formación de los monitores dominicanos. Éstos llevarán durante los sábados del curso escolar el “esplai” que nosotros dirigimos durante los meses de verano. A lo largo del mes Oriol y Ale han ido trabajando con el grupo y sistemáticamente cada jueves ellos se han encargado de llevar la actividad con los “chamaquitos” (=chicos). Así las cosas, ahora queda quizás el trabajo más importante: dar el pistoletazo de salida al “esplai” de los sábados. El objetivo de estos días es definir con ellos un centro de interés para todo el año y dejar una libreta con materiales y recursos escritos.

Como se comentaba unas líneas antes, estos días estamos en plenas patronales. Durante la semana que dura la celebración un descampado se llena de casetas cerveceras, un escenario con sus increíbles altavoces (a pesar de vivir a muchas calles es imposible no oír la música por la noche), algunas atracciones para niños (la noria aquí llamada estrellita, las sillas voladoras y los caballitos), puestos de comida rápida y el gran palo encebado: la importancia de éste es tal que incluso aparece en los libros de ciencias sociales del país. Se trata de un largo palo que se cubre completamente de grasa y que tiene en su parte más alta los premios. En equipos de cuatro, los participantes tienen que formar una torre equipados únicamente con unos pantalones cortos y sin correa. Por segundo año el equipo de “Los españoles” ha participado y ha superado todas las expectativas: a pesar de no llegar al premio, ¡hemos conseguido montar la torre!

Y no podemos acabar este post sin pensar ya en los miembros del equipo que empiezan a marchar. Este fin de semana son tres los que abandonan ya el pueblo y dejan el grupo solo con siete miembros. Han sido muchos días de convivencia y solo hay palabras buenas para describir lo sucedido. Se ha trabajado mucho y muy bien, y por si esto no fuera poco, nos lo hemos pasado en grande entre nosotros, pudiendo compartir momentos de todo tipo.

Snif snif

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