República Dominicana es conocida por sus playas paradisíacas y sus cómodos Resorts, sin embargo existe una realidad muy alejada de ésta. Nuestra asociación actúa principalmente en dos comunidades de la provincia de Azua (Sabana Yegua y Proyecto 4), situadas al suroeste de República Dominicana. Entre ambos pueblos la población alcanza los 14.000 habitantes y se encuentran en una de las zonas más secas y pobres del país, cerca de la frontera con Haití. La mayoría de la población trabaja en la agricultura, principalmente en el monocultivo del plátano, aunque no son propietarios de la tierra. Esta fuente de ingresos es insuficiente para sobrevivir, puesto que sus beneficios son cercanos a los 60$ mensuales. Estas circunstancias impulsan un efecto migratorio sustancial entre los jóvenes hacia Santo Domingo, la capital.
La zona no tiene centros de atención sanitaria adecuados. Se producen a menudo casos de malnutrición, especialmente entre niños y ancianos. Dada la ausencia de agua potable para el consumo y la limpieza (así como la falta de hábitos al respecto), son abundantes las infecciones gastrointestinales y dermatológicas. En cuanto al ámbito educativo, el 46% de los habitantes de la zona son menores de edad y su escolarización es deficiente. A pesar de que hay varias escuelas públicas en diversos pueblos, la calidad de la enseñanza es pobre. Además, hay muchos niños que no pueden ir al colegio porque no tienen uniforme escolar o material básico (lápices, libretas, etc.), requisito exigido por las escuelas. Asimismo, hay niños que no están declarados (es decir, no tienen certificado de nacimiento) y, por eso, no se pueden inscribir en el colegio. Aproximadamente el 30% de los niños en edad escolar no van al colegio, y un 30% de los adultos son analfabetos.