Para situaros, escribimos este blog con dos semanas de retraso… así que os estamos explicando cómo fue la semana del 1 al 7 de agosto.
Seguimos los proyectos en este pueblo una semana más. Al ser la segunda semana en la escuelita y el veranito ya nos sentimos mucho más a gusto y por ello todo se nos hace más sencillo, entretenido y divertido. También, el hecho de compartir tanto con las familias en cenas y bailes bachateros nos permite degustar el sabor de vivir en Sabana Yegua.
Concretamente este lunes cenamos con la familia de Arilennis y Alonso, dos familias que se tienen mucha estima y que por fin se conocieron. Fue muy entretenido estar todos juntos probando sabores nuevos; comimos mangu y un pollo sazonado que estaba riquísimo.
Justo antes de bailar tiktoks con Esmeralda, Emely y Arilennis hubo un apagón de minutos, y nos regaló un momento para contemplar un cielo estrellado.
Hablando de familias, esta semana cenamos también con la familia de Nairobis y Jumbito, que para la organización son como nuestros padres aquí. Ver a Nairobis cocinar es todo un aprendizaje y sobre todo, ver como de una misma cazuela se puede alimentar a tantas personitas.
Sin duda, bailamos y cantamos pero pudimos aprovechar el final de la noche para charlar más calmadamente con los adultos de la cena. Hablamos de familiares que tienen en España, de experiencias fallidas para conseguir visados y del futuro de sus hijos. Hablar con ellos de estos temas nos abre los ojos a la realidad que se vive aquí.
Para acabar la semana, dedicamos todo el sábado a hacer la reunión de Ecuador. Ese día aprovechamos para hablar de todos los proyectos, de las mejoras posibles y de cualquier tema que surja entre jamones y embutidos que trajimos desde España.
Otra forma de ver Sabana Yegua es desde la pequeña montaña de la Loma, que es donde fuimos el domingo con todos los monitores tanto del Km 15 como de Sabana Yegua. Fue un día muy completo porque aprovechamos cada segundo. Subimos a La Loma, algunos se bañaron en El Canal, por la tarde tuvimos la suerte de poder jugar al Play (béisbol) compartiendo risas, mucho sudor y polvo. Y por último, cenamos en casa de los Verónicos (la familia de Vero, una de nuestras becadas). Como veis el descanso no está incluido en nuestro vocabulario ;).
La cena con los Veronicos fue toda una clase de baile: desde dembow con la más pequeña de la casa, pasando por merengue y bachata, hasta un chin de danza del vientre con Vero. Realmente, en cuanto a baile nos queda mucho trabajo por hacer.
También probamos nuevos platos: el chenchen de Mery (la abuela) y otro pollo sazonado. Cada familia sazona a su manera y siempre es espectacular.
En relación a nuestra convivencia, cabe resaltar que una de nuestras integrantes veteranas ha tenido que marcharse a España dejando huella en cada uno de nuestros corazones. Hemos podido despedirnos de la mejor manera posible y hemos disfrutado cada segundo que ha estado aquí. Desde Sabana Yegua queremos agradecerle todo el tiempo que ha dedicado tanto a nosotros como al pueblo y decir que solamente tenemos palabras de cariño hacia ella. Gracias Blanca, ¡Eres increíble!
Simplemente, geniales!!❣🥰