Estamos a 8 de Agosto, y se avecina una semana en la que no vamos a parar ni un solo segundo. Primera semana siendo 10, por lo que toca adaptarnos a la rutina esta vez sin Blanca. Por la mañana volvemos a la escuelita, pero en esta semana tendremos actividades muy diferentes. Vamos a contar con el equipazo de Recicla + que vendrá a la escuela y pasarán por las distintas clases para enseñar a nuestros muchachos la importancia de reciclar. Aprovechamos y paseamos por el pueblo con fundas (en España bolsas) para recoger toda la basura que encontrábamos por las calles. Hemos de decir que haciendo estas actividades nos damos cuenta de la cantidad de desperdicios que se produce y que se tira al piso.
Como siempre, no podía faltar otra cena con familias. En esta ocasión compartimos con la familia de los Joselitos. Son una familia haitiana que vive tras el canal de San Francisco en Barrio Tranquilo, la zona más humilde del pueblo. Nos abrieron sus puertas y junto con sus 8 hijos disfrutamos de una cena muy especial. Aprendimos Creol (idioma haítiano), conocimos a amistades de la familia, y todos gozamos de una conversación al paso (que significa tranquilo, con calma).
Realmente, en este momento del proyecto, nos hemos mimetizado con el pueblo y su gente y más que nunca en su día a día. Este fin de semana tampoco se ha quedado corto. Aprovechamos el tiempo libre para hacer planes con la gente de aquí. El viernes fue toda una nueva experiencia, fuimos al nuevo Karaoke y pasamos un rato muy divertido cantando junto con nuestros colegas dominicanos. Cayó alguna canción española y salimos todos a cantar. El sábado tuvimos tiempo libre y lo dedicamos a nosotros mismos, a fortalecer el grupo y desconectar del sin parar de la semana. Nos fuimos al río de Carrizal a pasar la mañana, y disfrutamos de un ratito sin relojes y un chin más de solecito. Por la tarde quedamos con un entrenador de play que nos regaló un entrenamiento. Fue muy divertido porque no nos esperábamos para nada tantos mini profesores, los niños nos ayudaron a aprender a jugar a su deporte favorito con las mejores sonrisas. Y para acabar el día de la mejor manera, cenamos en casa de Ana Yelis en el Barrio de San Francisco. Probamos por primera vez los dumplings hechos por Miguelina, con la ayuda de Lluc e Irene. Estaban muy muy ricos. Esta noche estuvimos bailando como siempre. Pero esta vez, fuimos nosotros los bailarines estrella. Les enseñamos coreografías como: saturday night o “no rompas más mi pobre corazón”, y no podíamos parar de reír mirando sus caras de alucine, eran increíbles. Al día siguiente fuimos a comer a casa de Nuria en el KM15, ella es una de las monitoras del veranito desde el año pasado y tenía muchísimas ganas de que compartiéramos un ratito con ella y su familia. Estuvo super bien.