El día finalmente había llegado! Tras meses y meses de preparación, ilusión y nervios, el 15 de julio del 2022 comenzó nuestro camino hasta Sabana Yegua. Los once voluntarios que nos desplazábamos a Sabana Yegua procedíamos de distintas partes de España: Madrid, Barcelona, Tenerife, Cáceres… La asociación crece (no solo nos da nombre jeje) y eso es gracias al gran trabajo realizado años anteriores, desde aquí agradecerles todo el esfuerzo.
El punto de encuentro fue Madrid, donde nos esperaba un vuelo de 9h hasta Santo Domingo (República Dominicana). Antes debíamos tenerlo todo preparado, nuestras maletas personales así como las cajas con el material para los distintos proyectos (escuelita, veranito, Sonríe y Vida, Sonríe y Construye,…). El vuelo pasó rápido pero nos permitió conocernos un poco más, al final todos juntos solo habíamos coincidido en las convivencias del pasado mes de mayo. Ese rato se podría resumir en hablar, dormir y comer jaja. Y… LLEGAMOS! Santo Domingo nos acogió una calurosa tarde y, a los que no habíamos viajado antes, nos sorprendió la sensación de bochorno, notábamos la piel húmeda sin haber una gota de lluvia. Una guagua (autobús para los más nuevos) al más puro estilo dominicano nos recogió para traernos hasta nuestra querida Sabana Yegua.
Al fin podíamos vivir nuestro primer amanecer en Sabana Yegua! ¡Un sueño para muchos! La mañana del sábado la dedicamos a organizarnos, repartir tareas y acordar las “normas” de convivencia. Los más veteranos nos echaron un cable 😉
Más tarde, a pesar del calor, todos teníamos muchísimas ganas de conocer el pueblo y su gente. La primera toma de contacto creo que no dejó a nadie indiferente. Consistió en pasear por las calles e ir saludando a la gente del pueblo, especialmente tuvimos la oportunidad de conocer/ reencontrarnos con los becados y sus familias. Los más veteranos recordaron sus primeras veces en el pueblo y los “nuevos” nos asombró el recibimiento. Lo decimos de verdad cuando os contamos que fuimos recibidos como uno más y los abrazos de las familias lo reflejaron.
A primera hora del día, el domingo fuimos a nuestra primera misa dominicana, un tanto distinta a las de España, con más ritmo y emoción. La parroquia nos invitó a comer arroz con guandules y croquetas de guineos. ¡Riquísimo, hasta el momento nuestra mejor comida! También aprovechamos para presentarnos a la comunidad parroquial: Dolors, Padre Javier, Padre Thomas, Indira y Perla.
Por la tarde… ¡¡Sorpresa para los niños y las niñas del Km15!! Este es un pueblo algo más sencillo y rural que Sabana Yegua. Su paisaje nos impacto bastante porque habían diferencias notorias con respecto al pueblo donde estamos viviendo. Fuimos a hacer una rua para avisar a todos que por fin habíamos llegado y que este año estamos a tope como siempre, una vez más, su recibimiento fue increíble. A medida que íbamos andando los jóvenes del pueblo se iban uniendo a nuestro paso. Ese día empezamos a conocer a todas las personas que nos acompañaran este verano, tanto monitores como niños.
Y al día siguiente, ¡¡Empezamos formación de monitores!!!
Os vamos contando,
Un abrazo super fuerte y nos vemos pronto.