Hoy es 10 de agosto. Queda algo más de una semana para irnos y ya nos estamos poniendo nostálgicos. Estos días han pasado volando, hemos compartido infinidad de momentos con los niños y con la gente del pueblo que son como nuestra familia. Lo más asombroso es lo agradecidos y generosos que son aunque tengan poco, y que siempre tienen una sonrisa para ti o un abrazo que te alegra el día.
Hay muchas familias desestructuradas, niños que se pasan horas y horas en la calle correteando o vendiendo cosas, que cuando te ven vienen corriendo para darte un beso y subirse a cuello o a cué cué como lo dicen ellos.
Se echaran de menos esas mañanas jugando en el canal después de clase o visitando las casas en las cuales siempre somos bien recibidos. También los momentos con los monitores dominicanos compartiendo risas y las anécdotas de esplai.
También nos sorprendió el ritmo que llevan. Siempre van “relajaos” y la prisa no existe. Quizás deberíamos aprender más de ellos y saber disfrutar más los pequeños momentos. Sin embargo las sensaciones que se tienen en el mercado de Azua son diferentes. Allí hay mucha gente, motos pasando a cada minuto, todos quieren que vengan a su parada, tanto niños como padres y abuelos. Aunque desde fuera pueda verse como un caos, para ellos hay cierto orden. ¡Y lo mejor de todo es poder comprar frutas y verduras que solo aquí podemos encontrar! Nos encanta el jugo de chinola, el pica-pollo, los mangos, el arroz con habichuelas, las quenepas y cómo no ¡los guandules!
Es asombroso lo que hacéis, Saludos !
Es asombroso lo que hacéis, Saludos