Cansado, sacrificado, gratificante y muy divertido. Así es básicamente nuestro día a día.
Entre semana, a las 7:30h de la mañana estamos ya todos despiertos. A unos nos cuesta más que a otros. Después de un rápido desayuno ya nos dirigimos a la Escuelita, en la entrada de la cual ya nos esperan los niños preparados para entrar a clase. Algunos pasamos por la copistería a hacer las últimas fotocopias antes de entrar a clase pero a las 9h ya estamos todos en las aulas listos para empezar. Damos las respectivas clases de lengua, matemáticas, alfabetización y lectura y, una vez finalizadas las clases tenemos un tiempo libre que aprovechamos para ir al canal a jugar con los niños o a sus casas para conocer más a las familias.
Después del tiempo de recreo con los niños es hora de comer y descansar un poco para encarar con energía la tarde, la cual empieza con El Verano, la parte más movida y agotadora del día pero también una de las más divertidas para los niños. N
os distribuimos entre Sabana Yegua, Proyecto 4 y, varios días, también Altagracia y km 13. Dos días a la semana hacemos formación de monitores con nuestros compañeros dominicanos y, posteriormente, nos reunimos de nuevo en Sabana Yegua.
Es hora de subir a San Francisco, donde volvemos a ver a los niños y disfrutamos de su compañía y su inagotable energía. Nos gusta aprovechar algunas tardes para jugar partidos de básquet con los niños más mayores en la cancha o también partidos de béisbol y fútbol en las calles.
Maialen, estudiante de Medicina, aprovecha parte de su tiempo libre para dar charlas a un público de perfil adulto. Algunas sobre heridas, quemaduras y atragantamientos y otras sobre prevención de embarazo entre las adolescentes.
Cuando anochece es momento de volver a casa para cenar y contar las anécdotas del día, disfrutar de un tiempo juntos y repartir “clecas” y “minipuntos” para los más despistados y los más dedicados del grupo. Después de cenar nos encanta jugar a cartas (el juego de “La podrida” se ha convertido en una rutina) y algunos aprovechan para leer o para dormir.
Este fin de semana dedicamos un día a la reunión de ecuador, en la cual v
aloramos todo lo hecho hasta el momento y analizamos aquellos aspectos mejorables con el objetivo de hacerlo lo mejor posible en las semanas que restan. También aprovechamos para vivir una experiencia diferente con los monitores de Proyecto 4 pasando un día en la playa de Los Negros, la más próxima a nuestra localidad, todos juntos para fortalecer la unión del grupo de monitores dominicanos.
Este es nuestro frenético día a día. Intenso, agotador pero muy adictivo.
Felicitats, nois!!! El que esteu fent no te preu. La recompensa es la vostra satisfaccio personal i el carinyo q a ben segur us retonen els nens i no tan nens dominicans. Petons i anims!