Hace unos días me percaté de varias llamadas perdidas de una gran mujer y amiga de República Dominicana. Me asusté, esperé con impaciencia a que me respondiesen, dubitativa de si algo habría ocurrido.
Respiré aliviada con una media sonrisa que mezclaba alegría y sorpresa. Me pedía ayuda, pero esta vez era distinta, lejos de las preocupaciones más habituales.
El 6 de abril es el cumpleaños del hijo más pequeño, Bebo. Tanto él como sus tres hermanos se habían empeñado en celebrar una fiesta de cumpleaños; tal era la insistencia que la madre no se pudo negar. Es un acontecimiento novedoso para la familia, será la primera fiesta de cumpleaños que celebren.
La madre, una mujer ejemplar, luchadora y trabajadora, me contó que está realizando fregados extra y trabajos puntuales para así poder tener unos pesitos y poder comprar palomitas y un bizcocho. Mientras me lo contaba escuché a los niños, detrás del teléfono, gritando locos de contentos.
Esta vez necesitaba ayuda para realizar las invitaciones de cumpleaños. Nos pusimos manos a la obra, hablé con los muchachos – menos Bebo, era una sorpresa para él – y me contaron que lo que a Bebo más le gustaba eran los carros (coches), tractores y el bizcocho.
Los preparativos siguen, en un lugar concreto: Sabana Yegua. Donde el día a día es complicado, una lucha continúa en busca de una vida en donde las necesidades básicas estén cubiertas; surgen estas iniciativas que permiten un pequeño suspiro.
Este acto conlleva varias cosas, por un lado tendrá que guardar y ahorrar esos pesitos que vaya ganando, un hecho insólito en este lugar. Para la celebración, prevista para el 27 de abril y trae consigo la realización de actividades en familia, como la impresión y repartición de las invitaciones, comprar y preparar lo necesario para la fiesta, etc.
Hechos como estos nos sirven para darnos cuenta y valorar la grandeza de las pequeñas cosas de la vida, y asegurar que la felicidad está en la misma sala de espera de la felicidad, donde lo importante es ser feliz mientras esperamos a ser felices.