A FLOR DE PIEL

Pensamos que sabemos quién somos pero en lugares así vuelves a preguntártelo todo. Cada minuto estamos expectantes del siguiente, somos como niños viviendo sus primeras veces. Llegamos el jueves por la noche, con un cansancio que no superaba nuestra ilusión. Hoy domingo, podemos decir que hemos tenido la suerte de conocer trocitos de lo que van a ser nuestros días aquí. Ayer subimos a San Francisco, una de las zonas donde desarrollamos la mayoría de los proyectos. Otro cambio de chip. La mejor bienvenida que podríamos haber imaginado, la gente te recibe como si fueses familia. Paseando por las calles pudimos conocer poco a poco a la gente del pueblo. Nuestras caras de felicidad lo decían todo, no podíamos parar de agradecerles su amabilidad. Todos preguntaban por la escuelita y el veranito, es espectacular darse cuenta de cómo aprecian el trabajo que han hecho los anteriores voluntarios durante todos estos años. En poco tiempo hemos conseguido hacer de la casa un hogar, y con cada minuto aumenta la confianza entre nosotros. La tarde ha comenzado con el famoso partido de “play” (en España conocido como béisbol) muy bien acompañados de los jóvenes de la comunidad. No hemos sido los mejores jugadores que han pasado por Sabana Yegua, pero su calidez, sin apenas conocernos, nos ha hecho sentir como si lo fuésemos. Conocer a las familias, charlar e introducirnos en su cultura, siempre es un placer, y más con la hospitalidad con la que lo hacen. Aquí es todo mucho más intenso, estamos sin palabras. Tres días y la experiencia ya ha valido la pena. Que ganas de reír, de aprender y de crecer. Os iremos contando, un abrazo y nos vemos pronto.